¡Adiós, 2015!

Hoy ponemos broche a este año 2015, un año cargado de recuerdos y vivencias, de esos momentos que de verdad marcan cada uno de nuestros pasos… Después de un año, permanece la huella del tiempo, de esos acontecimientos que de verdad han tocado nuestro corazón. Seguro que esta noche, en el momento de brindar, recordaremos con emoción a los que ya se fueron, a los que compartieron con nosotros la pasada Navidad. También en esta noche nos alegraremos de la nueva vida de alguno de nuestros familiares, de aquel hermano que se casó, de aquel amigo que está estudiando en el extranjero, de aquel primo que no ha podido acudir a estas celebraciones navideñas…

Las vivencias del día a día, la propia cotidianeidad, van dando un sentido pleno a nuestras vidas, a todo aquello que hacemos jornada tras jornada. Porque amigos, necesitamos recuperar nuestra memoria para vivir el presente y caminar con paso firme al futuro. El hombre vive de recuerdos y sentimientos, se deja llevar por el corazón… Esto es esencial para caminar con paso firme al futuro, porque las vivencias de la propia vida nos van enseñando cómo hemos de actuar en cada jornada.

Os deseo a todos un buen final de año… Atrás quedaron numerosas vivencias y recuerdos que darán sentido pleno a aquello que vamos realizando. Ojalá el Nuevo Año que estamos a punto de comenzar venga cargado de paz y felicidad, para que entre todos podamos construir la nueva civilización del amor, un mundo en el que todos tengan cabida. Que el Señor nos colme de gracias y bendiciones en este Nuevo Año 2016 que vamos a comenzar.