Celebrar la Vida…

Hoy es uno de esos días en los que uno se va a la cama con un buen sabor de boca… Compartir y celebrar la vida, hacer camino junto a personas que significan algo especial para mí es todo un gozo… Y ver cómo nuevas vidas se van abriendo paso en ese círculo de amistades que un día comenzamos a caminar es algo que no tiene precio.

Hoy me voy a la cama con esa sensación de caminar junto a personas auténticas, cada una a su manera, con sus puntos de vista y sus inquietudes; con su pasado, presente y futuro; con sus problemas y dificultades; con sus alegrías y anhelos…

Hoy me acuesto con un sentimiento de paz en el corazón, de gratitud a la vida, de esperanzas compartidas. Uno ve, con el paso del tiempo, cómo la Providencia pone en el camino a personas con las que avanzar por la vida; con muchos se inicia la marcha aunque, a medida que caminamos, algunos se van quedando en la orilla. Es verdad que siempre hay nuevas incorporaciones, nuevas amistades que quieren avanzar contigo por la senda de la vida. Y suele ser realidad aquello de que «los amigos de mis amigos, son mis amigos».

Hoy doy gracias a la Vida por la amistad, por las distintas personas con las que voy haciendo camino. Y en esta noche, doy gracias, de manera especial, por esa «familia de la Resi» -una familia plural de los distintos puntos de nuestra geografía española-, que durante unos años compartimos algo más que unas comidas o cenas. Estoy seguro que todos guardamos en nuestro corazón esos momentos especiales, esos cafés interminables, esas actividades que organizábamos y nos hacían disfrutar de la propia vida, esas anécdotas que salen una y otra vez en nuestros encuentros y nos ayudan a rememorar y recordar con gratitud a tanta gente como se ha cruzado en nuestro camino, esas confidencias compartidas, esos sueños que van tomando forma con el paso del tiempo, esos hombros en los que derramar lágrimas, esas manos que nos ayudan a levantarnos y ese corazón que rebosa felicidad cuando la vida nos ofrece motivos para celebrar,… Esa complicidad de unas vivencias intensas de la amistad fraguadas en plena juventud hace que, a pesar del paso del tiempo, cada encuentro sea como un punto y seguido en nuestras vidas, como si nos entendiéramos a la perfección con una mirada, un gesto o una simple sonrisa. Cada día estoy más convencido de que «quien tiene un amigo, tiene un tesoro», por lo que hay que saber cuidar y mimar a cada una de nuestras amistades, sabiendo dar y compartir un poco de nuestro tiempo y de nuestras vidas, a pesar de la inercia y la rutina propias de nuestro día a día.

Hoy pido a la Vida que nos siga regalando momentos para celebrar y compartir, para caminar a pesar de las dificultades,… Pido a la Vida que nos regale nuevas oportunidades de encuentro para seguir haciendo camino juntos… Pido a la Vida que nos conceda jornadas como la de hoy, en la que unos amigos nos han abierto las puertas de su nuevo hogar y nos han hecho partícipes de la nueva vida que ha llegado a sus vidas… Pido a la Vida que nos permita seguir celebrando la vida, abiertos a nuevas personas y nuevas vidas que, a partir de ahora, caminarán junto a nosotros. ¡¡¡Gracias, gracias y gracias porque hoy hemos celebrado la vida!!!

Nuevo Estilo de Comercio…

Tal día como hoy, 18 de febrero, allá por 1853, nació en París un nuevo estilo de comercio que revolucionó el concepto tradicional de tienda. Es lo que conocemos como “Grandes Almacenes”, esas superficies comerciales donde puedes encontrar una amplia gama de productos y servicios.

Nuestra sociedad está profundamente marcada por este tipo de superficies, quedando al margen las pequeñas tiendas de barrio o de pueblo. Estos almacenes ofrecen productos diversos a un bajo coste, lo que que provoca en muchos casos la quiebra del comercio tradicional, que no puede competir con esos precios.

En estos momentos, al pensar en esta efeméride, viene a mi recuerdo alguna de las últimas visitas a estos centros comerciales o distintas conversaciones mantenidas con amigos al respecto. Lo cierto es que uno suele entrar para realizar una compra inicial mínima, pero cuando llega a caja suele con un carro repleto de productos, muchos de los cuales no se llegan a utilizar. El mero hecho de ver los artículos te incita a consumir y comprar… He aquí el verdadero éxito de estos almacenes.

Pienso que es bueno que analicemos nuestro modo de consumir, un consumo, en ocasiones, bastante irracional. Sería interesante que profundizásemos en un consumo equitativo. Desde hace ya unos años, se ha puesto de moda eso del comercio justo y solidario, un comercio que busca la dignidad de las personas. Una simple mirada a la etiqueta del producto puede resolvernos muchas dudas sobre la procedencia del producto en cuestión.

Seamos consecuentes con nuestras acciones. Lo importante es que nosotros, como consumidores, sepamos racionalizar nuestras compras y no nos dejemos llevar por las nuevas corrientes del “todo vale”. Cuando lleguemos a esta situación, comprenderemos el verdadero encanto de las tiendas tradicionales, donde la relación personal con el vendedor propicia un clima de convivencia y buena armonía que vale más que el producto en cuestión. Las relaciones humanas son la fuente y el origen de la propia existencia humana y esas no tienen precio.

Ayuno Voluntario de Manos Unidas…

Hoy nuestra mirada se dirige a los más pobres, a aquellas personas que viven en la miseria. Nuestro recuerdo se fundamenta en Manos Unidas, ya que esta Organización a lo largo de varios años ha pasado sembrando ilusiones en muchos proyectos de desarrollo.

Manos Unidas es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD). Nació en el ámbito de la Iglesia Católica y está formada por voluntarios que, desde 1960, luchan contra la pobreza, el hambre, la malnutrición, la enfermedad, la falta de instrucción y el subdesarrollo, y contra sus causas: la injusticia, el desigual reparto de los bienes y las oportunidades entre las personas y los pueblos, la ignorancia, los prejuicios, la insolidaridad y la insensibilidad.

Manos Unidas, por un lado, intenta sensibilizar e informar a los miembros de los países más ricos; por otro, financia proyectos de desarrollo en países de África, América y Asia. Muchas personas, especialmente mujeres, dedican su tiempo para esta causa común de la pobreza. Y lo hacen de manera voluntaria, poniendo al servicio de los más pobres sus dones, haciendo eco de aquellas palabras: “Que cada uno, lo que ha recibido lo ponga al servicio de los demás; los dones no están para esconderlos sino para ponerlos al servicio”.

Manos Unidas realiza múltiples acciones, dependiendo del entorno donde se mueva: marchas, torneos, cenas, conciertos y rifas solidarias, exposiciones y venta de productos elaborados por voluntarias, colectas, charlas… Esta Organización intenta concienciar a las personas del problema de la pobreza y centra sus esfuerzos en que todos colaboremos con los más pobres, desde la oración pero también desde el sacrificio y el desprendimiento de algunos de nuestros bienes.

Hoy, al celebrar el Ayuno Voluntario, debemos privarnos de algo con el fin de entregarlo a los más necesitados. Nuestro ayuno debe ser sincero, sabiendo que con este pequeño gesto estamos sembrando sonrisas en todas las personas que nos rodean. Abramos nuestro corazón a la solidaridad y entreguémonos a nuestros hermanos, especialmente a aquellos que sufren la opresión de los “más fuertes”.

Todos los actos de Manos Unidas de este año se desarrollarán en el marco de la 57 Campaña Contra el Hambre, bajo el lema ‘Plántale cara al hambre: Siembra’, que propone repasar la labor realizada por la Organización desde 2007 hasta el momento presente, abriendo nuevos caminos en la lucha contra la pobreza. Esta Campaña marca el inicio de un trienio en el que los voluntarios de Manos Unidas trabajarán para disminuir el hambre en el mundo y reforzar el derecho a la alimentación de las personas más pobres y vulnerables del planeta.

Hoy tenemos ante nosotros la oportunidad de plantar cara al hambre, de sembrar un nuevo estilo de vida y de consumo, que haga que otro mundo sea posible. Sin duda, tenemos el reto de hacer que nuestra tierra sea la casa de todos, ese lugar en el que todos tengan cabida y posibilidades de un futuro mejor. ¿Te atreves a plantarle cara al hambre?

Maquetación 1

RECORDANDO A NUESTROS ENFERMOS…

Hoy, 11 de febrero, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo, enmarcada en la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Imagino que todos habremos oído hablar alguna vez de este Santuario, lugar de peregrinación de enfermos y de muchas personas que buscan paz y consuelo.

Mi recuerdo en el día de hoy es para todos los enfermos, para todas aquellas personas que sufren tanto espiritual como físicamente. Pero no sólo pido por ellos, sino por sus gentes, por muchas personas que dedican su vida al servicio de los demás. Son héroes anónimos, sus nombres no salen en los medios de comunicación; pero con su tarea de servicio y entrega están sembrando una palabra de aliento, una sonrisa en medio del dolor y sufrimiento.

Nuestras gentes están necesitadas de compañía, necesitan personas que les dediquen su tiempo y su atención. Hoy por hoy, ha aumentado notablemente el número de residencias de ancianos y centros de día. Desde mi experiencia como voluntario en uno de estos centros, puedo decir que la satisfacción es muy grande cuando ayudas a estos mayores, cuando simplemente permaneces a su lado, junto a ellos.

Al recordar hoy a Nuestra Señora de Lourdes quiero pedir por todos los enfermos, por las personas que les acompañan en esos momentos difíciles de su vida. Pido también por los voluntarios, gente que dedica su tiempo y su vida a los demás. Cada vez más, nuestra sociedad necesita personas comprometidas con sus prójimos, gente que sepa anunciar a ese Cristo que se hace vida en los más desvalidos. Los enfermos necesitan de nuestro calor, de nuestras manos amigas. Ofrezcamos nuestras manos a estos enfermos, para que también puedan encontrar el consuelo y la paz en nosotros, para que por medio nuestro puedan experimentar y descubrir el rostro de Dios.