CON LA LLEGADA DE LOS REYES…

Ya van terminado las celebraciones navideñas y hemos comenzado un Año Nuevo, unos meses en los que queremos hacer realidad todos nuestros deseos. Este Año he pedido algo muy especial a los Reyes Magos. Mi carta a sus Majestades es esta:

Queridos Reyes Magos:

Hoy os escribo para contaros algo que me ha sucedido hace unos días, cuando unos niños me preguntaron si creía en vuestra existencia. Mi respuesta, ante semejante pregunta, fue afirmativa. Y ellos comenzaron a reírse de mí. Pronto me di cuenta de que algo fallaba en estos niños, así que intenté explicarles el misterio de la Navidad. Ellos me escuchaban con atención, como si les estuviera contando un cuento, cuando en realidad lo que hacía era contarles el significado de la verdadera Navidad.

Hay personas que todavía no creen en vuestra existencia, pero lo cierto es que cada año nos traéis una nueva ilusión, una nueva sonrisa. Es difícil intentar encasillaros dentro de unos modelos de hombres. Más difícil resulta a la imaginación la historia de los camellos, es decir, que dudamos de vuestra asistencia a las casas de todos los niños del mundo.

Algunos años, sin saber porqué, recibimos un exceso de regalos, y esto nos preocupa. Muchos de ellos no nos sirven para nada y los tenemos que desechar a los pocos días. Otros, pasan al rincón de los inutilizados y permanecen allí hasta que un día se nos ocurre la brillante idea de tirarlos al contenedor más cercano. Y hay otro tipo de regalos que nos separan del mundo, de los amigos, como suele pasar con muchos de los videojuegos y videoconsolas, muy de moda en la actualidad.

Pero hoy no quiero pediros ni regalos, ni juguetes,… Hoy quiero pedir una sonrisa para todas las familias que en estos días están pasando algún sufrimiento o necesidad. También me gustaría que la paz se hiciera realidad en cada persona, en cada uno de nuestros corazones. Necesitamos que esa paz llegue a todos los rincones del mundo, de la tierra… Cada día entran por nuestras retinas cantidad de imágenes violentas y parece que nos vamos haciendo un tanto insensibles al dolor y sufrimiento de la humanidad… Por desgracia, aún hay personas que mueren cada día de hambre, por las guerras y la violencia… Debemos despertar nuestras conciencias para cambiar, en la medida de lo posible, estas realidades de nuestro mundo…

Por último, quiero contaros que estos niños se convencieron de que “el hombre que confía en la verdadera Navidad, y se esfuerza por vivirla, llega a descubrir el gran misterio sucedido en Belén”. Ahora más que nunca puedo afirmar que existe la Navidad y que los Reyes son los mensajeros de ese Dios nacido en Belén.

¡Feliz Día de Reyes y que la ilusión siempre sea una constante en nuestras vidas!